A la luz de las velas

Cuenta una extraña leyenda que por allá en aquella vieja aldea 
hubo una vista extraña, más extraña que mirar en tu casa a la DEA. 
Eran esqueletos que leían a la luz de las velas...

Nadie podía comprender su tarea; 
embelesados se quedaron, observando la faena. 
Pero ninguno emprendió el viaje para mirar más de cerca, 
o incluso para unirse a la fiesta. 

Solo un niño llegó y el camino a andar echó 
para llegar junto a las osamentas, que con apremiante júbilo lo acogieron . 
Chocolate caliente le ofrecieron 
y lo sentaron a un lado con un viejo texto 
que le mostró las maravillas de un mundo, lejos. 
Que en sus sueños aún puede recordar, 
porque la belleza proviene de ese lugar.

Photo by Aaron Burden on Unsplash

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